sábado, 23 de febrero de 2008

Razones para estudiar un posgrado (Parte II)


3. Social networking

El desarrollo de la Internet ha generado un incremento vertiginoso de la velocidad con la cual se distribuye la información. Inclusive, en el campo de la mercadotecnia se habla del markenting viral, donde las noticias se transmiten a la velocidad de un correo electrónico, de un fax o de un mensaje a través del teléfono celular.

Al ingresar a un posgrado, te integras a un grupo de personas con las cuales compartes los mismos intereses de especialización profesional. Ellas a su vez, pertenecen a otros grupos, los cuales puedes contactar al ser parte de la misma especialidad.
Éstas redes se pueden convertir en el mediano y largo plazo en un medio para el ascenso profesional. Por ejemplo, el actual presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, incorporó a su staff a compañeros de sus estudios de posgrado. Miguel Dávila, Heyman y Alejandro Fastlicht, fundadores de Cinemex, se conocieron cuando estudiaban juntos en Harvard.

4. Movilidad social

El análisis de las estadísticas históricas del nivel de estudios hace ver que cada día son más las personas que cuentan con estudios superiores.
Esto significa la posibilidad de ascender a mejores condiciones de vida. Contar con más años de estudios que los progenitores, abre la posibilidad de obtener un empleo más redituable que el de los padres, y en el caso de las mujeres, incluso el tener un empleo redituable.

Gráfico 2: Distribución histórica por género de los estudiantes de posgrado en México al 2006

Fuente: www.inegi.gob.mx


5. Crecimiento personal


Reza una frase de la sabiduría popular que, la estatura de las personas se mide de la cabeza hacia arriba. Es decir, el crecimiento de un ser humano está condicionado, más que por su alimentación, por el número de valores que posee.

El estudio pertenece a los valores humanos culturales. Adquirir la disciplina de la educación continua, a través de los estudios de posgrado, nos hace crecer no sólo como profesionistas, sino también como personas.

“Sólo lo que se renueva, permanece” y en la medida que como profesionistas nos mantenemos actualizados y a la vanguardia del conocimiento estaremos en posibilidades de continuar vigentes en nuestros respectivos campos laborales, e incluso, de abrir nuevos horizontes de desarrollo profesional.

Fuentes consultadas:

  • Ackoff, R. Rediseñando el futuro. (2005), México: Ed. Limusa.
  • CELAM, Documento de Aparecida (2007), Venezuela: San Pablo Ediciones

viernes, 22 de febrero de 2008

Razones para estudiar un posgrado (Parte I)

“Cuando termine de estudiar ya no voy a estudiar” dijo tajante mi prima de 12 años, y ante la sorpresa de todos los presentes, agregó, “Sí, nada más termino el doctorado y ya no voy a estudiar más.”

Su lucidez me sorprendió. A su escasa edad era conciente de la importancia de los estudios de posgrado. Mas, no veía la necesidad de la educación continua. Veamos.

Norman Macrae, (citado por Ackoff, 2005, p. 120) quien fuera uno de los editores de The Economist, escribió a principios de los años setenta:

“El hombre que en la actualidad tiene suficiente éxito para lograr un trabajo, razonablemente ocupado hacia los treinta años de edad, tan ocupado que no puede tomar períodos sabatinos de estudio, seguramente a la edad de los sesenta años solamente tendrá cerca de un octavo del conocimiento científico (incluyendo el de la ciencia comercial) del necesario para funcionar adecuadamente en su trabajo; y entre más doctoral parezca su trabajo, mayor será su deficiencia.

El remedio… debe ser algún sistema para una reeducación mucho más continua en toda la vida, tanto para los empresarios como los burócratas en la mayoría de los niveles, que será uno de los grandes problemas en 1972-2012.”

Además, la velocidad de los cambios tecnológicos y culturales, el contar con una ventaja competitiva en el mercado laboral, formar y/o pertenecer a redes sociales, así como continuar con el crecimiento personal, son razones de peso para ingresar a un posgrado. Analicemos.

1. La velocidad del cambio

En los últimos 50 años, se han registrado más cambios tecnológicos que todos los que se habían experimentado en la historia de la humanidad. El teórico de la comunicación, M. McLuhan, señaló contundente que los cambios tecnológicos “están reformando y reestructurando los patrones de interdependencia social y cada aspecto de nuestra vida personal […] y estos cambios son dramáticos.” ¿Quién puede estar en condiciones de asimilar estas transformaciones?

Los Obispos de América Latina reunidos en Aparecida, Brasil en mayo de 2007 nos explican en el número 36 del documento conclusivo, que “cualquier persona individual necesita siempre más información […] Es frecuente que algunos quieran mirar la realidad unilateralmente […] sin embargo, ninguno de estos criterios parciales logra proponernos un significado coherente para todo lo que existe. Cuando las personas perciben esta fragmentación y limitación, suelen sentirse frustradas, ansiosas, angustiadas. La realidad social resulta demasiado grande para una conciencia.”

Al estudiar un posgrado, la necesaria interdisciplina que se presenta tanto entre el alumnado como entre los profesores, amplía la visión y el horizonte de miras de los estudiantes.

2. Ventaja competitiva

El tránsito hacia una economía de mercado donde incluso la fuerza de trabajo es vista como un producto, obliga a ser competitivo. Es decir, a ofrecer el mayor valor agradado con el menor costo promedio del mercado.

En el México de hoy, contar con estudios superiores sigue siendo un privilegio. Del total de la matrícula registrada en el año 2006, sólo el 3.33% de 62 millones 170 mil 196 –que es el total de la población estudiantil registrada por el INEGI (Distribución porcentual de la matrícula en educación superior según sexo para cada área de estudio, 2000 a 2004. (s.f.). Recuperado 22 de febrero de 2008, de http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/ept.asp?t=medu36&c=9742&s=est)- cuenta con estudios de licenciatura. Pero sólo el 0.25%, que son 153 mil 907 personas estudian un posgrado.

Gráfico 1: Distribución de la población estudiantil en México al año 2006

Fuente: http://www.inegi.gob.mx/

Las cifras hacen evidente que en un país donde el promedio de años de estudio es de 8 años, es decir, nivel de secundaria, contar con un posgrado se convierte en una ventaja competitiva.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Los cuadrantes Lanz

El análisis del modelo Lanzagorta permite una serie de deducciones.

Por ejemplo, personalmente me di cuenta de que fui educada bajo un modelo de corte autoritario. Debo confesar que, mi "argumento de vida", en términos del análisis transaccional del doctor Eric Berne, era casarme con un mantenedor -que no con un hombre- y dedicarme al cuidado de mi hogar y la educación de mis hijos. Mas, al igual que millones de mujeres de mi generación, nos ha tocado ser "mujeres de transición". Es decir, fuimos educadas bajo un paradigma autoritario y ahora nos toca vivir en un esquema de mercado. Para hacer frente a este handycap ha sido necesario mucho esfuerzo y tiempo de reflexión. No es fácil, porque debo enfrentar esquemas familiares donde no se percatan de esta transición y desean obligarme a preservar el modelo anterior.

En el campo de la educación también hay impactos. El modelo de educación magisterial, donde el profesor dicta cátedra en tanto sus alumnos pasivamente reciben y aceptan los contenidos pertenece al estado autoritario. En cambio, el aprendizaje activo, donde el protagonista del proceso es el alumno y el profesor se convierte en facilitador es clásico del estado democrático. En contrapartida, el autoaprendizaje con base en el desarrollo de habilidades del pensamiento y socioafectivas es distintivo del mercado democrático.

También las empresas se ubican en estos cuadrantes. Están las de tipo jerárquico propias del estado autoritario. El director se encuentra en las alturas (y esto, muchas veces es literal), y el resto de los mortales, apenas si tiene oportunidad de cruzar palabra con él. Obvio, es un hombre o una marimacha. En cambio, las organizaciones horizontales son características del estado democrático. Las empresas se organizan por competencias y por procesos productivos, donde se busca optimizar las cadenas de valor.

Por consiguiente, antes de buscar empleo es necesario identificar en qué cuadrante estamos y si aspiramos continuar en ese o transitar a uno distinto. Este paso es indispensable y previo a la elaboración del curriculum vitae, pues la forma de elaborarlo varía dependiendo del cuadrante al cual pertenece la empresa en la cual aspiramos trabajar.

En colaboraciones posteriores presentaré los formatos para los diversos cuadrantes.

¿En qué cuadrante se ubica tu empresa? ¿Tu educación coincide con el perfil del lugar a donde aspiras trabajar?

Y sólo por diversión, hagan lo que dice a continuación y fíjense en el resultado:

1. Abrir http://www.google.com/
2. Escribir: trabajo digno
3. No dar Enter, sino pulsar sobre 'Voy a tener suerte'
Leer despacito el resultado, desde la parte superior...

¿Dónde estamos parados?

Hace unos días asistí a la conferencia de Juan Lanzagorta sobre psicología y marketing político.


Desde el principio, el título llamó mi atención, pues en un primer instante no entendí el vínculo entre dos temas que me parecían disímbolos.

Sin embargo, al razonarlo dos segundos entendí dónde estaba el nexo: PERCEPCIÓN.

En efecto, la percepción es el proceso por el cual los seres humanos nos apropiamos de una visión de la realidad.

Y el campo de la política no escapa a este proceso. Más aún, todas las decisiones que tomamos dependen de nuestra percepción de la realidad, que no en sí, de la realidad objetiva.

Incluso, cabe preguntarse, ¿qué es la realidad? Quizá la suma de las percepciones subjetivas, más lo que no percibimos y sin embargo existe.

Pero, más allá de estas especulaciones, el punto más atractivo de la exposición fue un plano cartesiano que me permitió ubicar varios conceptos muy importantes e inclusive, ubicar dónde estaba parada, como persona en general y como mujer en particular.

El modelo es el siguiente:


Fig. 1 Modelo Lanz

Juan presentó sólo el plano cartesiano, así como una serie de hechos que daban cuenta del transito paulatino que se ha vivido en México en particular y en el mundo en general, del estado hacia el mercado y del autoritarismo hacia la democracia.

Luego de analizar el cuadro, añadí los nombres a los cuadrantes, junto con algunas representaciones emblemáticas de cada una.

El estado autoritario lo conocemos, y la renuncia de Fidel Castro al gobierno de Cuba es un hecho que se suma al tránsito señalado.

El mercado autoritario es un concepto de maquilación personal. Un país como la República Popular de China es emblemático de este cuadrante: a pesar de tener un gobierno comunista, viven ahora un capitalismo más salvaje que el de los primeros años del liberalismo económico. No obstante, conservan un gobierno militar donde el poder se encuentra en manos de un grupo selecto que no llega a las 20 personas.

El estado democrático es un concepto muy en boga entre políticos, abogados y estudiosos del fenómeno del poder. Mi primer encuentro con él fue cuando trabajé con el Procurador General de la República. Hablaba del estado democrático de derecho, ese donde todos somos iguales frente a la ley (aunque ésta la elaboren unos cuantos legisladores que son más iguales que otros ciudadanos), donde la sociedad participa en el gobierno bajo un esquema de corresponsabilidad y donde los gobernantes no son amos y señores de vidas sino, "ciudadanos que sirven a ciudadanos".

Finalmente, el mercado democrático, donde las personas han pasado de ser consumidores a prosumidores. Es decir, productores y consumidores a un tiempo de sus productos, tanto comunicativos como de todo tipo. ¿Quién puede poner orden donde todo se mide por estadísticas?

Obviamente, dependiendo del cuadrante donde nos encontremos derivan una serie de planteamientos.

¿Y tú, en qué cuadrante estás parado? ¿Tu cuadrante coincide con el de tu empresa y con el de tu familia?

viernes, 15 de febrero de 2008

"Genio y figura...

... hasta la sepultura." Esta frase de la sabiduría popular adquiere un profundo significado cuando llega el momento de un sepelio.

Sin duda, evidencia la preservación de una identidad que o bien ha sido construida a lo largo del tiempo como una elección consciente, o resultado de la adopción de una serie de hábitos personales, -las más de las veces de manías-.

Ahora bien, vale distinguir entre si eres más genio o más figura.


En muchas ocasiones, el dicho se aplica para referirse a una persona obstinada e incluso, mal humorada; en pocas palabras: geniuda.

En cambio, el término "figura" hace pensar más en un personaje que goza del reconocimiento público.

El primer caso es más propio de quienes carecen de una identidad conscientemente electa y, por tanto, construida.

El segundo puede aplicarse a las personas que construyen una identidad en forma intencional y con objetivos de comunicación claramente definidos.

¿Y tú, eres genio o figura?

miércoles, 13 de febrero de 2008

Homenaje a Andrés Alarcón

Hoy falleció mi amigo Andrés.
33 años. Padre de dos hijos. Esposo fiel. Hombre, un hombre bueno.

¿Qué quieres que se diga de ti al morir? Sin duda, la vida es una especie de cuenta regresiva. El punto final está escrito desde el principio.

Los párrafos introductorios los escriben nuestros padres. El desarrollo corresponde a cada uno de nosotros. El epílogo lo escriben cuantos en vida nos conocieron.

Querido Andrés:
Fuimos amigos unos cuantos meses. Sin embargo, la grandeza de tu alma era tal que bastaron para saber de qué material estabas hecho.
Recuerdo con frecuencia la frase que dijiste a mis alumnos en la conferencia sobre la ética y el éxito profesional: "La ética no se mide en porcentajes... yo no puedo llegar en la noche y decir a mi mujer: 'Heidi, hoy te fui 89% fiel'".
Así es Andrés. La ética se mide en valores absolutos y ahora que te has marchado sólo puedo decir que fuiste absolutamente fiel al hombre que un día elegiste ser. Gracias.

"Para tu juego más importante"
Toma el balón, hijo mío,
y te nombro "quarter back" de tu equipo en el juego de la vida.
Soy tu "coach" y te lo doy tal como es.
Sólo hay un calendario de juegos:
Dura toda la vida y es solo un juego.
Es un partido largo, sin tiempos fuera ni sustituciones.
Tú juegas el partido entero toda la vida.
Tendrás un gran "backfield" y mandarás señales;
pero tus otros tres compañeros, atrás de la línea, también
tienen gran prestigio, se llaman:
Fe, Esperanza y Caridad.
Jugarás detrás de una línea verdaderamente poderosa.
De un extremo a otro de ella, se hallan:
Honestidad, Lealtad, Devoción al deber, Respeto a ti mismo,
Estudio, Limpieza y Buena conducta.
Los postes del gol son las perladas puertas del Cielo.
Dios es el réferi y único árbitro.
Él hace todas las reglas y no hay apelación contra ellas.
Hay diez reglas básicas:
Tú las conoces como los Diez Mandamientos,
y las aplicas estrictamente de acuerdo con tu propia religión.
Hay también una regla fundamental:
Lo que tú quisieras que otros hicieran por ti,
hazlo tú por ellos.
En este juego, si llegas a perder el balón,
pierdes también el juego.
Aquí está el balón.
Es tu alma inmortal.
Estréchala contra ti.
Ahora, hijo mío,
¡sal al campo y veamos qué puedes hacer con ella!
Vince Lombardi

Andrés Alarcón Falcón fue jugador del equipo de futbol americano de los Frailes del Tepeyac. Falleció el 12 de febrero de 2008 a los 33 años de edad y un día me obsequió el pensamiento anterior. Fue su filosofía de vida y ahora, su mayor legado.

lunes, 11 de febrero de 2008

Identidad social

"Nombre es destino". Esta era una frase lapidaria de mi maestro de ética de la comunicación. Con el paso del tiempo constaté la veracidad de la misma.

Ponerle nombre al niño, no es sólo una frase para decir que se va a iniciar un proyecto, sino que también resulta ser el inicio de una historia de vida.

En la antigüedad, seleccionar el nombre de un hijo era una labor que ponía en juego una serie de factores, desde cuestiones familiares -obviamente- hasta aspectos de tipo astrológico.

El nombre es lo más próximo a nuestra identidad. Nos identifica. Nos distingue de otros, pero ¿hasta qué punto soy mi nombre? Quizá tenía razón mi maestro de ética...

domingo, 10 de febrero de 2008

Estrategia personal

Hablar no es sinónimo de comunicar. El amplio mundo de la comunicación abarca todas las dimensiones de la persona y, por consiguiente, de sus relaciones.

Sin embargo, comprender el fenómeno de la comunicación para estar en posibilidades de administrar las comunicaciones -ya sea personales o de una organización- implica de antemano, una visión antropológica. Es decir, partir de un concepto de persona.

¿Quién es el hombre? La respuesta a esta pregunta es materia de disciplinas tales como la filosofía, la antropología, la sociología. Pero podemos iniciar con decir que se trata de alguien y no de algo; es decir, todo aquel que no es cosa.

Personalmente, comparto la visión del humanismo cristiano que ve al hombre como un ser creado a imagen y semejanza de Dios; es decir, uno y trino. Esto es, constituido por tres esferas distintas entre sí, pero unidas en la identidad de una sola persona: Cuerpo, mente y alma.

A partir del planteamiento anterior, distingo seis áreas de desarrollo, a saber:

  1. Física.
  2. Social.
  3. Intelectual.
  4. Psicológica.
  5. Moral.
  6. Espiritual.

Mas, ¿en qué forma se relaciona la visión antropológica con la comunicación estratégica? En varios puntos.

En primer término, es necesario tener una identidad, pues es la materia prima de la comunicación: es el mensaje. ¿Qué sucede cuando falta identidad? Somos veleta que mueve cualquier viento y qué estrategia puede sostenerse sobre la constante variabilidad.

En segundo lugar, una estrategia de comunicación abarca todas las dimensiones de la persona o de la organización. Así como una empresa comunica desde la construcción y el decorado de sus instalaciones, una persona lo hace con su forma de vestir, caminar, hablar y arreglarse.

Por lo tanto, el propósito de las aportaciones sucesivas, será abundar sobre la construcción de una identidad a partir de la definición de ciertas metas del desarrollo humano, para posteriormente, dar pautas para la construcción de una estrategia personal de comunicación.